









Video : Alejandra Pizarnik leyendo,Extracción de la piedra de la locura. http://www.youtube.com/watch?v=gULNEWYgZ-Q .Extracción de la piedra de la locura: (Fragmento) La luz mala se ha avecinado y nada es cierto. Y si pienso en todo lo que leí acerca del espíritu... Cerré los ojos, vi cuerpos luminosos que giraban en la niebla, en el lugar de las ambiguas vecindades. No temas, nada te sobrevendrá, ya no hay violadores de tumbas. El silencio, el silencio siempre, las monedas de oro del sueño. Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en parecer una voz humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el bosque. Si vieras a la que sin ti duerme en un jardín en ruinas en la memoria. Allí yo, ebria de mil muertes, hablo de mí conmigo sólo por saber si es verdad que estoy debajo de la hierba. No sé los nombres. ¿A quién le dirás que no sabes? Te deseas otra. La otra que eres se desea otra. ¿Qué pasa en la verde alameda? Pasa que no es verde y ni siquiera hay una alameda. Y ahora juegas a ser esclava para ocultar tu corona ¿otorgada por quién?, ¿quién te a ungido?, ¿quién te ha consagrado? El invisible pueblo de la memoria más vieja. Perdida por propio designio, has renunciado a tu reino por las cenizas. Quien te hace doler te recuerda antiguos homenajes. No obstante, lloras funestamente y evocas tu locura y hasta quisieras extraerla de ti como si fuese una piedra, a ella, tu solo privilegio. En un muro blanco dibujas las alegorías del reposo, y es siempre una reina loca que yace bajo la luna sobre la triste hierba del viejo jardín. Pero no hables de los jardines, no hables de la luna, no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo. Oh habla del silencio.
De repente poseída por un funesto presentimiento de un viento negro que impide respirar, busqué el recuerdo de alguna alegría que me sirviera de escudo, o de arma de defensa, o aun de ataque. Parecía el Eclesiastés: busqué en todas mis memorias y nada, nada debajo de la aurora de dedos negros. Mi oficio (también en el sueño lo ejerzo) es conjurar y exorcizar. ¿A qué hora empezó la desgracia? No quiero saber. No quiero más que un silencio para mí y las que fui, un silencio como la pequeña choza que encuentran en el bosque los niños perdidos. Y qué sé yo qué ha de ser mí si nada rima con nada. Te despeñas. Es el sinfín desesperante, igual y no obstante contrario a la noche de los cuerpos donde apenas un manantial cesa aparece otro que reanuda el fin de las aguas. Sin el perdón de las aguas no puedo vivir. Sin el mármol final del cielo no puedo morir. En ti es de noche. Pronto asistirás al animoso encabritarse del animal que eres. Corazón de la noche, habla. Haberse muerto en quien se era y en quien se amaba, haberse y no haberse dado vuelta como un cielo tormentoso y celeste al mismo tiempo. Hubiese querido más que esto y a la vez nada.
..................................................................... Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 29 de abril de 1936 - 25 de septiembre de 1972) fue una poeta surrealista argentina ......................................................................
DELIRIUM TREMENS Llegaron mis amigos de colegio Y absortos vieron mi cadáver frío; «¡Pobre!» exclamaron, y salieron todos... Ninguno de ellos un adiós me dijo. Todos me abandonaron. En silencio Fui conducido al último recinto; Ninguno dio un suspiro al que partía, Ninguno al cementerio fue conmigo. ¡Cerró el sepulturero mi sepulcro... Me quejé, tuve miedo y sentí frío, Y gritar quise en mi cruel angustia, Pero en los labios espiró mi grito! El aire me faltaba, y luché en vano Por destrozar mi féretro sombrío. Y en tanto.., los gusanos devoraban, Cual suntuoso festín, mis miembros rígidos. ¡Oh mi amor! dije al fin, ¿y me abandonas? Pero al llegar su voz a mis oídos Sentí latir el corazón de nuevo, Y volví al triste mundo de los vivos. Me alcé y abrí los ojos. ¡Cómo hervían Las copas de licor sobre los libros! El cuarto daba vueltas, y dichosos Bebían y cantaban mis amigos. Ismael Enrique Arciniegas
ÉXTASIS Leía y meditaba. Era la hora En que el alma en la carne se ajiganta. El sol caía en la naciente sombra; La tarde se apagaba. Meditaba, y mi espíritu subía, Subía como al cielo se alza el águila; Me asomé al infinito, y vi tinieblas, Y me perdí en la nada. Sentí hervidero de astros en la sombra, Y pregunté al vacío ¿dónde se halla Esa luz creadora que los mundos De entre el caos levanta? Y subía, y subía... Lo impalpable A mis ojos abríase sin vallas; Y en la sombra, sondando lo infinito, Mi espíritu flotaba. De repente la luna alzó su disco. Brotaron las estrellas a miriadas; Y la noche me habló con su silencio, ¡Y Dios habló a mi alma! Ismael Enrique Arciniegas
Camino Rural - María Konstantinovna Bashkirtseva La Esperanza:
Soy el dulce consuelo del que sufre, Soy bálsamo que alienta al afligido, Y soy quien muchas veces salva al hombre Del crimen o el suicidio. Yo le sirvo al mortal que me alimenta Contra el dolor de sin igual muralla, Soy quien seca su llanto dolorido Y calma su pesar ¡Soy la Esperanza! Delmira Agustini (Compuesta a los diez años)En el Estudio - María Konstantinovna Bashkirtseva Serpentina:
En mis sueños de amor, ¡yo soy serpiente! gliso y ondulo como una corriente; dos píldoras de insomnio y de hipnotismo son mis ojos; la punta del encanto es mi lengua… ¡y atraigo con mi llanto! soy un pomo de abismo. Mi cuerpo es una cinta de delicia, glisa y ondula como una caricia… Y en mis sueños de odio ¡soy serpiente! mi lengua es una venenosa fuente; mi testa es la luzbélica diadema, haz de la muerte, en un fatal soslayo son mis pupilas; y mi cuerpo en gema ¡es la vaina del rayo! Si así sueño mi carne, así es mi mente: un cuerpo largo, largo, de serpiente, vibrando eterna, ¡voluptuosamente! Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte: jardinero de oro de la vida, jardinero de fuego de la muerte en el carmen fecundo de mi vida. Pico de cuervo con olor de rosas, aguijón enmelado de delicias tu lengua es. Tus manos misteriosas son garras enguantadas de caricias. Tus ojos son mis medianoches crueles, panales negros de malditas mieles que se desangran en la acerbidad; crisálida de un vuelo del futuro, es tu brazo magnífico y oscuro, torre embrujada de mi soledad.Delmira AgustiniEl Encuentro María Konstantinovna Bashkirtseva(1858-1884)/Ucrania
Táctica y estrategia Mi táctica es mirarte aprender como sos quererte como sos mi táctica es hablarte y escucharte construir con palabras un puente indestructible mi táctica es quedarme en tu recuerdo no sé cómo ni sé con qué pretexto pero quedarme en vos mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros para que entre los dos no haya telón ni abismos mi estrategia es en cambio más profunda y más simple mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites.
Color azul de exterminadas fotografías, color azul con pétalos y paseos al mar, nombre definitivo que cae en las semanas con un golpe de acero que las mata. Qué vestido, qué primavera cruza, qué mano sin cesar busca senos, cabezas? El evidente humo del tiempo cae en vano, en vano las estaciones, las despedidas donde cae el humo, los precipitados acontecimientos que esperan con espada: de pronto hay algo, como un confuso ataque de pieles rojas, el horizonte de la sangre tiembla, hay algo, algo sin duda agita los rosales. Color azul de párpados que la noche ha lamido, estrellas de cristal desquiciado, fragmentos de piel y enredaderas sollozantes, color que el río cava golpeándose en la arena, azul que ha preparado las grandes gotas. Tal vez sigo existiendo en una calle que el aire hace llorar con un determinado lamento lúgubre de tal manera que todas las mujeres visten de sordo azul: yo existo en ese día repartido, existo allí como una piedra pisada por un buey, como un testigo sin duda olvidado. Color azul de ala de pájaro de olvido, el mar completamente ha empapado las plumas, su ácido degradado, su ola de peso pálido persigue las cosas hacinadas en los rincones del alma, y en vano el humo golpea las puertas. Ahí están, ahí están los besos arrastrados por el polvo junto a un triste navío, ahí están las sonrisas desaparecidas, los trajes que una mano sacude llamando el alba: parece que la boca de la muerte no quiere morder rostros, dedos, palabras, ojos: ahí están otra vez como grandes peces que completan el cielo con su azul material vagamente invencible..